miércoles, 16 de abril de 2008

Salir de la pobreza

En esta entrada del blog decía yo que crecer de 1 a 2 -- un 100% -- es un porcentaje de desarrollo engañoso. Este reportaje de la revista mexicana Expansión cae en esa trampa. Antes de entrar a los detalles frágiles del artículo, creo que es sumamente importante escribir sobre la clase media mexicana y que este esfuerzo es excelente, si bien podría haber partido de una cifra más sólida.
La nota dice que según cifras del gobierno mexicano "en la última década, una cuarta parte de la población superó la línea de pobreza, y pasó a formar parte de la clase media baja de México."
Buena premisa. El problema es que en ese estrato se ubican familias con ingresos promedio de 1,700 pesos mensuales (unos US$160). La autora aclara que si bien es "una cifra minúscula, pero que nunca fue rebasada así antes de 2006".
Ahora, este es un buen reportaje porque tiene contexto, está bien escrito y, fuera de esa endeble cifra, teje bien la información para -- casi -- probar que la clase media mexicana está creciendo y, aún más importante, tiene más poder adquisitivo. Porque la clave, al final, son los ingresos de este grupo y qué puede comprar la gente con ese dinero. Para ello, es fundamental hablar de inflación y poder de compra, algo que el reportaje toca pero no desarrolla.
Pero volviendo a los US$160, la reportera debió ser mucho más critica ante el hecho de que el gobierno sitúe en una cantidad así la barrera que separa a los pobres y a la clase media baja. Incluso, de los ejemplos reales que usa el reportaje (y, como es habitual en Latinoamérica, se pusieron en un recuadro en lugar de tejerlos en el reportaje, lo cual es mejor para la narrativa y para respaldar una teoría) todos ganan mucho más de esos 1,700 pesos mensuales (un carpintero que genera 8,000 pesos mensuales, una familia cuyo hijo aporta 14,000 pesos por mes, y una vendedora de productos de amaranto que gana 13,000 pesos al mes). Uno de estos personajes pagó la remodelación de su casa tras trabajar en EEUU por un periodo -- pero el reportaje ni siquiera menciona que mucha gente tiene que emigrar para pasar a ser parte de la clase media.
Ahora, el Inegi y el gobierno mexicano han hecho creer desde hace tiempo que los niveles de desempleo en el país son de alrededor del 4% (menos que en EEUU y Europa). Esa es una estadística inútil y una que los periodistas jamás deberían citar, dado que el comercio y trabajo informal en el país es monumental (los tres casos mencionados en el reportaje de Expansión incluyen gente que trabaja en el llamado sector informal). Según esta misma institución de 2006, hay más de 20 millones de personas por debajo del nivel de pobreza, más de 50 millones son considerados como clase media baja y unos 28 millones están por arriba de eso. Lo que es obvio es que la clase media baja se ha convertido en la nueva clase marginaly que esas cifras son un espejismo, tan sólo por el hecho de que US$160 al mes no alimentan a una familia en ninguna parte del país. Vuelvo a lo mismo: la clave es ingresos frente a poder adquisitivo.
Dicho todo esto, aplaudo el extraordinario esfuerzo de Expansión y espero que sigan con su cobertura de la clase media mexicana, un segmento que tradicionalmente la prensa no quiere cubrir por no parecer burgueses. A decir del Inegi, la clase media es la abrumadora mayoría de la población. Una razón para cubrirla más, a pesar de lo endeble de esa estadística.

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