jueves, 5 de marzo de 2009

¿Cuál es la moneda de cambio del periodismo?

¿Cuál es la moneda de cambio del periodismo? Prestigio, credibilidad, influencia, una moneda social que es imposible cotizar. ¿Cuánto vale? ¿Cómo se cobra?
Muchos periodistas quisiéramos que el dinero nada tuviera que ver con nuestra labor. Pero es necesario, sobre todo porque la mayoría de las empresas para las que trabajamos son negocios que buscan hacer dinero -- muchas veces bajo la presión de inversionistas que han puesto su dinero al servicio del medio a cambio de una rentabilidad.
En esta búsqueda desesperada de un modelo de negocios que nos garantice poder seguir haciendo nuestro trabajo se lee entre líneas ese constante lamento que muchas veces comparto: por qué poner un precio a nuestro trabajo, que finalmente es un servicio social.
La única fórmula que puedo pensar que comulgue estas dos realidades de nuestro oficio -- el aspecto social y el aspecto comercial -- es tasar el prestigio, influencia y credibilidad de un medio y que alguien pague por ello. Así, un New York Times o New Yorker no valen lo mismo que revistas del corazón.
El método aceptado por lo anunciantes es el costo por millar: lo importante es la cantidad de lectores y no la calidad de éstos. Pero es obvio que no todos los lectores son creados iguales.
El bloguero Jeff Jarvis usa el término "Googlejuice" para describir aquellos sitios de Internet que aparecen hasta arriba de una búsqueda gracias al número de otros sitios que se conectan a éste. Esa es una forma de valorar el sitio: si mucha gente vincula a él, ese sitio debe ser bueno e importante.
De la misma forma, los sitios de noticias con algo similar al "Googlejuice" (llamémosle por deporte "Prestigejuice") deberían de ingresar más dinero por un clic y cobrar más por su bien raíz publicitario. Asimismo, un sitio que atrae entradas de blog y ligas de blogueros con mucho "Prestigejuice" es un sitio con lectores y seguidores de calidad. Al igual que el "Googlejuice", el "Prestigejuice" es una medida virtuosa de calidad.
En México y otras partes de América Latina muchos periódicos logran tarifas publicitarias exorbitantes a pesar de circulaciones ínfimas. La explicación es que tienen un alto índice de "Prestigejuice" (o más bien "Influencejuice", pero no entremos en detalles). Los anunciantes quieren llegar a la gente que toma decisiones, que consume, que opina, organiza, y tiene poder. Es muy elitista, pero se paga mucho dinero por llegarle al grupo. No creo que los únicos lectores importantes sean los que amasan poder, pero sí creo que se debe pagar una prima por llegarle a lectores activos, educados, integrados, participativos y despiertos.

No hay comentarios.: